Lo confieso. Soy presa
fácil de las campañas de promoción de libros nuevos – ¿os
acordáis cuando empapelaron los autobuses urbanos con el lanzamiento
de "Perdida"? Yo si. Lo primero para curarse de un mal
hábito es admitirlo, dicen. Por eso me obligo a poner algo de
distancia y esperar al menos a la edición de tapa blanda, para
minimizar la decepción si al final no esta a la altura de los
eslóganes. Así que estos los pongo en la fresquera, al final de la
lista o para las vacaciones del verano que viene.
Lo cierto es que
últimamente alguno de estos libros hiper promocionados, y luego
convenientemente reposados, me han hecho disfrutar de lo lindo.
El libro de Pierre
Lemaitre se llevó el premio Goncourt. Solamente este hecho hace que
me piquen las palmas de las manos delante de los anaqueles de la
librería. Recibió un montón de críticas elogiosas incluyendo, ojo
porque no se puede ser mas glamuroso, esta de Valerie Trierweiler:
«Este
libro, sin ninguna duda, marcará la historia de la literatura.
Podría haber tenido mil páginas más y seguiríamos adorándolo. Es
magnífico.» Valérie Trierweiler, Paris-Match
Parte de la trama esta
basada en la iniciativa real del gobierno francés de exhumar los
cadáveres de los soldados muertos en los grandes campos de batalla
después de la primera guerra mundial. El negocio atrajo a
empresarios sin escrúpulos que convirtieron la identificación y
traslado de los restos en una prolongación del horror. A mí esta
historia de un pelotazo entre guerras ya me tenía ganado - Por cierto, tengo enfrescando otro Goncourt reciente con muy buena pinta - "El Sermón sobre la caída de Roma", de Ferrari.
Con la Casa de Hojas tardé
más en picar. Me echaban para atrás los aproximadamente medio
millón de resultados que te devuelve Google si buscas “Casa de
Hojas experimental”.
Aparte de los pies de
página extra largos y de algunas páginas impresas en diagonal el
libro esta muy bien. Y a ratos acojona bastante.
Hablando de la
hiper promoción, echad un vistazo a las más de sesenta reseñas elogiosas de otros tantos medios que
acompañan la ficha del libro en el site de su editorial. Hasta creo recordar que insertaron publicidad en la revista metrópolis, que ni siquiera
tiene sección de literatura. Pero lo que más me fastidió claro - y con gran diferencia - es que la
totalmente genial stone junction solo tenía cuatro citas.
Stone junction tiene las tres primeras cuartas partes más geniales ever, pero la parte final me cayó como mal.
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