domingo, 30 de diciembre de 2018

Libros sobre la bocina

Un poco más y se me acaba 2018. Tres libros que me han alegrado la ruta mañanera de autobús:

Feliz final venía super recomendado por Alberto Olmos y no defrauda. Caída y auge de un amor. Tan duro a veces que duele mirar. Por poner un pero, la portada un poco ñoña. La gente te mira como si estuvieses leyendo uno de Moccia.

A la ciudad y la ciudad llegué un poco a regañadientes. Lo encontré en uno de los - cada vez más melancólicos y breves- artículos que Savater publica en el país. Savater es además de un personaje público algo controvertido un lector voraz y totalmente de fiar. No sé si tiene algo de alegato contra los nacionalismos, pero como novela negra distópica me ha encantado.

Encontré Metrópolis de carambola. Pillé justo un rato de un Página 2 donde hacian un cuestionario un poco errático a Carrère. La pregunta en cuestión fue, Qué libro le ha dado más pena perder? Emmanuel es tan genial que hasta tenía respuesta para eso - y todo esto sin perder su estampa zen, de perfil con una especie de pantalones de lino en una butaca en un jardín idílico. Reconozco que lo pase mal por el protagonista las primeras paginas -  el libro te contagia de la situación desesperante que vive- pero luego no puedes parar de leer.


domingo, 7 de octubre de 2018

Mala fama

Me he vuelto perezoso. O Alberto Olmos es un genio. O las dos cosas. Últimamente me leo casi todo lo que reseña en su entretenidísima columna y no miro más.

Río Revuelto es un genial culebrón familiar, ambientado en el mundo de los cultivadores de lúpulo en la América profunda antes de la Segunda Guerra Mundial. Con personajes femeninos tremendos, empezando por la madre de la protagonista, la glamurosa amante del padre y la atormentada hermana del marido. No sé muy bien por qué pero a ratos me venía a la cabeza las escenas más memorables de Mad Men.

Ventajas de viajar en tren y Esta noche moriré son heavy metal. La novela de Orejudo es un despliegue constante de ideas brillantes, y escatológicas,  una detrás de otra. La de Fernando Marías tiene alguna idea genial menos ( Maravillosa la invención de "La Corporación") y sangre y lágimas a porrillo (tanto como la novela anterior de Marías que me leí- gracias por el préstamo M.-  y que me gustó mucho)

Prometo volver a diversificar las fuentes de mis siguientes siguientes lecturas. Ayudaría si Alberto Olmos deja de acertar un poquito.


domingo, 26 de agosto de 2018

Amis Padre

Como fan (o ex-fan) de Martin Amis es imposible abrir la primera página de Lucky Jim libre de prejuicios. Sobre todo si de repente te sorprendes evocando las imágenes del borrachín crepuscular que se describe en su autobiografía - lectura (muy buena) de hace mil años, que pensaba olvidada.

El arranque del libro es algo lento - casi te mete en el engranaje grisáceo de la vida de un profesor universitario sin mucha vocación haciendo méritos para perpetuarse en el cargo -  y estoy a punto de quedarme frito en el, más duro que una piedra, asiento del Alvia, pero pronto levanta el vuelo, y te diviertes de verdad. El atribulado Jim Dixon no deja de meterse en líos cada vez más hilarantes, mientras busca encajar en una élite (su jefe y toda su prole) a la que envidia y desprecia a partes iguales. Llega un momento en que con sólo leer que Jim Dixon va a levantar el auricular te ríes por dentro pensando en la que va a liar. Mención especial también para la maravillosa galería de secundarios. Gracias M. por el préstamo!




domingo, 1 de julio de 2018

El club de los mentirosos

Otro libro que pillé de la lista de Enric González. Un libro de memorias buenísimo - terrible a veces, con violencia, abusos y trastornos mentales -  que me hace pensar en los grandes ratos que me ha dado este género últimamente: El bar de las grandes esperanzas, Lucía Berlín y Nada se opone a la noche. Mary Karr escribe como Dios y enternece la entereza y el humor con la que la Mary niña se toma la vida. (La Mary Karr adulta tampoco tiene desperdicio, relación tempestuosa con David Foster Wallace incluida).
En un momento del libro la protagonista, su hermana y su atípica madre cargan el coche y se mudan a un pueblo en medio de la nada. El plan es alejarse lo más posible del padre y empezar de nuevo. La madre y su nuevo novio van a llevar un bar, pero ella es alcohólica y claro la cosa no acaba nada bien. El pueblo en medio de la nada es Antelope, la misma ciudad donde sucede la alucinante Wild Wild Country, que durante unos años debió ser el sitio desconocido más interesante de América.




domingo, 29 de abril de 2018

Lecturas de metro (y 3)

Estoy en racha. Cáscara de Nuez es genial de principio a fin. Parece el resultado de una apuesta de madrugada, ya con la segunda ronda de tragos en la mesa "A que no puedes escribir una novela policiaca donde el investigador sea por ejemplo...un feto?". Esta novela estaba en la lista anual tanto de Enric González como de Alberto Olmos, y aún así me ha gustado más de los que esperaba y uno se queda con ganas de saber que nuevas aventuras le esperan al improbable, adorable y un tanto repipi protagonista.
La mujer de Martín Guerre la recomendó Olmos. Lo edita el sello donde Javier Marías recupera joyas antiguas y la verdad que da gusto pasar las hojas de un blanco marfileño. Pulcramente contada desde el punto de vista de la mujer de Martín es un interesante relato de la suplantación de personalidad.
A Sabino Méndez lo he puesto en mi lista desde su maravillosa "Literatura Universal". "Corre rocker" mola, sobre todo si viviste esa época como fan y te interesan las interiorides, y aunque no llega al nivel de "Literatura", a pesar de que se alimenten a veces de episodios autobiográficos comunes, excede con mucho lo que se esperaba de su primer libro. Según dice Empar Moliner en la contraportada "No piensen que leerán el libro de un roquero burro". Me encantó la narración de la vez que un fan de Valladolid consigue su número de teléfono, llama y Sabino charla con el, en medio de una de sus peores épocas en la droga. También me apunto un libro para la lista: Historia abreviada de la literatura portátil.

jueves, 26 de abril de 2018

El Capitán Richard F. Burton


En uno de los libros que me prestó A este verano se hablaba de los últimos años de vida del aventurero Burton, destinado en una ciudad donde el tiempo no pasaba. Había leído algo sobre la vida de Burton - casi siempre relacionado con su viaje de incógnito a la Meca - pero la descripción de su final embarrancado en una ciudad tan poco aventurera me dieron el empujón definitivo para leerme su biografía. Eso y la genial foto de la portada (de un Burton quinqui de 27 años) con su cara de niño enfadado y el bigotón.

Su talento con las lenguas resulta alucinante, así como su dificultad legendaria para encajar entre los suyos. Un auténtico renegado. La rivalidad del Richard Burton explorador de las fuentes del Nilo con Speke es una de las mejores partes del libro, y está genialmente narrada. Puedes imaginar cómo estos dos gentlemen acaban perdiendo la chaveta mientras les sube la fiebre en medio de la selva.

Como epitafio la narración de cómo su mujer, católica a tope,  quemó material inédito a la muerte de Burton, incluída su traducción de El Jardín Perfumado que consideraba una de sus obras más conseguidas.

Un tocho que me ha acompañado una temporada por casa. Imposible llevarlo en el metro cansar la mano.


domingo, 4 de marzo de 2018

Más lecturas de metro

Los últimos éxitos de la línea 10:

A Pero hermoso lo tenía en la lista desde algún tiempo. Boyero lo recomendó en una de las entretenidas charlas que tenía los jueves con los lectores de el País - por desgracia ahora sólo le dejan escribir de cine. Un libro de relatos bastante oscuros - asombra lo mal que acabaron sus días tantos de los mejores músicos - pero que logra algo tan complicado como es darte ganas de escuchar jazz. Se agradece mucho la lista de discos recomendados al final del libro.

Los turistas desganados y la uruguaya vienen de la lista de lo mejor del año de Alberto Olmos. Los he disfrutado tanto que he deseado a veces que el viaje durase un par de paradas más.

A Nada Se opone a la noche llegué totalmente de rebote, buscando una segunda opinión de El club de los mentirosos - uno de los libros que recomienda Enric González en su lista anual. Exorcismos autobiográficos de la nieta de una familia más allá de lo disfuncional y marcada por la muerte que va pasando de generación en generación. Me llama la atención que muchos de los miembros de la familia se entretienen escribiendo - diarios, cartas, notas de suicidio los menos - y de que lo hacen muy bien.


domingo, 14 de enero de 2018

Lecturas de metro

He apurado la caja del libros que me prestó A. con estos dos libros que me he leído a un disciplinado ritmo de unas doce páginas al día de lunes a viernes.


Han sido mis libros para el trayecto en Metro. Al principio no tenía muy claro si reservar libros para el mismo ratito del día con una pausa de dos días en el medio iba a funcionar. Si iba a resultar fastidioso mantener el interés o seguir el hilo, pero sorprendentemente ha ido muy bien. Han sido mis primeros libros de metro.
He pensado en lo que dice Alberto Olmos sobre "la Uruguaya", a propósito de los libros que es mejor leer a sorbos y "entreverar" con tu propia vida:
"Esto es así porque la obra de Mairal es novela de vida, vivencia narrada, y para que cuaje su efecto el lector tiene que entreverarla con sus días, mancharla de sí mismo. La novela, en realidad, es un género entrometido, un intruso, la lectura que llevamos con nosotros y contra la que hacemos eso de vivir. Leer novela es debatirnos lo cotidiano, al tiempo que lo vivimos, y por eso la novela es el género superior y los demás son esparcimientos"

Quizás "Huracán en Jamaica" y "Tiene que ser aqui" pertenezcan a esta categoría de libros, pero en todo caso me han alegrado las mañanas. "Huracán" es una genial y salvaje novela de aventuras y de iniciación que probablemente ahora nadie publicaría por temor a la censura por la forma brutal en la que los niños se convierten en adultos dañados casi de golpe. "Tiene que ser aquí" es muy entretenida y muy "entreverable".