sábado, 30 de mayo de 2020

Libros confinados

Empecé peinando lo que tenía por las estanterías de casa y encontré volúmenes sueltos de colecciones que tenían pinta de haber llegado escondidos en suplementos dominicales y vivido largas temporadas en casas pasadas y algún libro que  te tienta a romper la regla de nunca releer. Finalmente me encontré en la mesa de la cocina con una taza de café y la saga/fuga de J.B. A puntito estuve a punto de dejarlo, pero en la pandemia uno se obliga a mantener el ánimo, y además el autor se compadeció y me ayudó invitándome a saltar unas páginas especialmente densas en el momento justo (" Recomiendo al lector apresurado saltarse unas cuantas páginas y reanudar la lectura en la 204, línea 34. Pierde el resumen y parte del texto del discurso de Don Torcuato , pero no es una gran pérdida"). Cierto que es una obra maestra, y que acabas siguiendo en trance los viajes entre dimensiones de los distintos JBs - sobre todo los del pobretón Joseíño Bastida, siempre buscándose los medios más variopintos para comer proteína y acabar estando con Julia - pero las páginas son tan ricas, aliñadas con disgresiones filosóficas, idiomas imaginarios e incluso poesías escritas en ese idioma imaginario, que a veces ten dan ganas de cogerlo del lomo y devolverlo a su tranquilo retiro en alguna balda lejana.

La biografía/manual de ayuda de King se lee con gusto en dos patadas. Creo que King es un poco un placer, cada vez menos, culpable. Y me encanta como desacraliza el oficio de escribir, como si fuese un Robin Food pero del glamuroso mundo literario en lugar de los restaurantes estrellados. Ya la idea de combinar la biografía con los consejos a escritores en ciernes me parece una genialidad marketiniana. La biografía se esfuerza en dejar claro que King viene de la nada, y que se ha abierto camino a base de los trabajos más cutres para llegar a fin de mes. Al final del libro incluye una lista de los libros que ha leído y le han gustado en un periodo de tres-cuatro años y te quedas asombrado de lo ecléctico que es. Larga vida al King.

La herencia estaba en el top de libros de 2019 para Alberto Olmos. Terriblemente bueno, teniendo el cuenta que el tema - abusos infantiles y cómo eso destruye a quien los sufre primero y a todos los demás que nunca pueden ser neutrales después - es material inflamable. Te hace pensar en la familia como un organismo del que formas parte, que necesitas para vivir pero que no dudaría en eliminarte si lo pones en peligro o si cuestionas el equilibrio de poder. No sé si habrá algo autobiográfico, pero todo el libro traspira verdad.