domingo, 26 de agosto de 2018

Amis Padre

Como fan (o ex-fan) de Martin Amis es imposible abrir la primera página de Lucky Jim libre de prejuicios. Sobre todo si de repente te sorprendes evocando las imágenes del borrachín crepuscular que se describe en su autobiografía - lectura (muy buena) de hace mil años, que pensaba olvidada.

El arranque del libro es algo lento - casi te mete en el engranaje grisáceo de la vida de un profesor universitario sin mucha vocación haciendo méritos para perpetuarse en el cargo -  y estoy a punto de quedarme frito en el, más duro que una piedra, asiento del Alvia, pero pronto levanta el vuelo, y te diviertes de verdad. El atribulado Jim Dixon no deja de meterse en líos cada vez más hilarantes, mientras busca encajar en una élite (su jefe y toda su prole) a la que envidia y desprecia a partes iguales. Llega un momento en que con sólo leer que Jim Dixon va a levantar el auricular te ríes por dentro pensando en la que va a liar. Mención especial también para la maravillosa galería de secundarios. Gracias M. por el préstamo!