miércoles, 2 de agosto de 2023

Así deberían ser los super ventas

 Lo dicho. Este libro lo ponía muy bien Alberto Olmos, y además brillaba en la sección novedades de la Dámaso Alonso. Tenía todo a su favor. Me recuerda un poco a lo que hace Pierre Lemaitre. Todo funciona, y tiene imágenes que se te quedan en la memoria: la fantástica descripción del Madrid de la época, o esa fila de prisioneros a los que van trasladando de prisión, y que nos cuenta de un vistazo el destino de un montón de secundarios.











Castillos de fuego podía haber sido perfectamente el libro de las vacaciones. Pero me lo terminé tan rápido que tuve que tirar de banquillo. No había leído nada de Bryce Echenique. Error. El muy recomendado Un mundo para Julius es un pepino. Se intuye algo autobiográfico en esa descripción de la vida - tan alejada del mundo real que conocemos que parece ficción - de la alta burguesía peruana. La madre, tan fina como una estatua de museo, el bueno de Julius y sus hermanos a cada cual más dado a las bajas pasiones.  Mejor que downtown Abbey. Ahí lo dejo.




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