domingo, 14 de enero de 2024

Arrancando el año

 Conocía a Herman Koch por la recomendación entusiasta del librero de Prospe. Me pasa algo curioso con Koch. A cierta altura de sus libros sus personajes me asquean y estoy a punto de cerrar página. Que un escritor te provoque sensaciones tan fuertes tiene mérito. Koch nos pone, a los europeos acomodados de medianan edad que nos creemos que somos el ombligo del mundo, delante de un espejo en el que no gusta mirarse.

Creo que Estimado Señor M. es inferior a La Cena, o Casa con piscina. En algún momento la retorcida relación entre el escritor y el protagonista de una de sus historias toma demasiados requiebros. Pero sigue teniendo la capacidad de hacerte sentir incómodo.

De Ray Loriga (nombre real Jorge!) sólo me había leído material reciente - Rendición- y tenía Trífero en la lista como una de las mejores novelas españolas del siglo 21. Las desventuras de Saúl Trífero son exquisitas. Elegantísimo el libro, que fluye con maestría. Más que la extraña pareja que hacen durante una parte del libro el lego en ciencia Trífero y el profesor Jerusalem, me ha encantado el personaje del investigador de la aseguradora, persiguiendo clandestinamente a Trífero como un cruce entre mortadelo y Cato Fong.






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