domingo, 12 de junio de 2016

La salud del negocio del libro

Hace unas semanas el Mundo publicó un artículo interesante sobre la penetración del libro electrónico. Las ventas del formato electrónico no despegan, y el texto sugería que la razón pudiera ser la piratería. También se aventuraban a estimar el tamaño del agujero, que sería de un 17% de todos los libros que se venden.

Un agujero de este tamaño tendría por fuerza que afectar a las cifras de todo el sector – serían un montón de ejemplares que dejarían de comprarse en papel o en digital – pero por desgracia ni siquiera se acerca a explicar la caída real que desde el año 2008 ha sido de un 36%  en número de ejemplares y de un 31% en facturación  según la Federación de Gremios de Editores de España. 

No he encontrado más datos que conecten la piratería con la caída de las ventas y la facturación, así que me animo a entrar en el terrero de la pura especulación con varias teorías:

1. En tiempos de crisis los sufridos lectores recurren con más frecuencia a las ediciones de bolsillo, a los fondos de catálogo, a los clásicos o a lo mejor que se pueda leer por menos dinero. Esto explicaría la caída en la facturación. Esta es sin duda mi teoría preferida - por lógica - pero por desgracia los números no la respaldan. Las ventas de formato bolsillo no se han disparado (siguen siendo apróximadamente un 6% del total ) Para colmo el precio medio por libro incluso ha subido un poco, en lugar de bajar. Al respecto del precio de los libros, me encantó esta intervención de Jesús Palacios en jotdown.

J. P. (Jesús Palacios ): Yo toda la vida he estado oyendo decir, porque he sido monaguillo antes que fraile, que «los libros están muy caros». Venga ya. Vete a la librería de ofertas de Bilbao, o al Happy Books, que tienes libros de puta madre por un euro veinte. El último bestseller de mierda que te quieres leer, para estar a la moda e ir a la oficina llevando el libro de Dan Brown es caro… Si quieres ser cool, el libro será caro. Pero si lo que quieres es leer buenos libros, posiblemente sea lo más barato que hay sobre la tierra.

2La piratería se está cargando el libro. Personalmente me cuesta creer que este fenómeno sea la razón principal, ya que los % de venta del libro electrónico están al nivel de países vecinos (Francia e Italia) y  sobre todo porque comparado con otros artefactos culturales los libros (de literatura) eran ajenos al pirateo hasta hace relativamente poco. Pero según los números del Observatorio de la Lectura y el Libro, no se puede descartar, ya que habría unos 22 millones de lectores frecuentes (leen con frecuencia al menos semanal) y creciendo. Si cada uno de estos lectores frecuentes "piratea" 4 libros al año, entonces tendríamos una explicación para los aproximadamente 80 millones de libros menos que se venden. A mí me sorprendería que tantos  lectores fieles hubiesen abrazado el formato digital y la copia con tanta pasión y tan rápido.

3. Otra posibilidad, y que creo que no es descabellada, es que  una parte de los lectores de 2008 hayan dejado de comprar, o de leer  o las dos cosas en los últimos años, y además les da vergüenza confesárselo al encuestador. En general el alto número de lectores frecuentes y libros por persona año en los reportes del Observatorio sorprenden – y la tendencia es al alza mientras que el mercado baja. No creo que se pueda descartar que una parte de los antes lectores se refugien ahora preferentemente en las series de televisión - imposible contrastar datos, porque aquí sospecho que el impacto de la piratería es brutal  -  o en los videojuegos - que crecieron un 8% el año pasado.

2 comentarios:

  1. Todas las hipótesis planteadas son válidas y nulas al mismo tiempo, en parte todas contribuyen al descenso de ventas, pero ninguna por sí sola explica la causa del mismo. La crisis ha hecho una mella en la ya de por sí exigua afición lectora de los españoles, y no por la disminución de poder adquisitivo de los hogares, sino más bien por el empobrecimiento de espíritu que ha traído. Estamos demasiado ocupados en trabajar, en llegar a fin de mes, en agobiarnos por el futuro, en descubrir todos los escándalos de nuestra amoral clase política, en fin ocupados en vivir en un entorno cada vez más hostil que ha conducido a la desesperanza de una gran parte de la sociedad. En esas condiciones ¿quién tiene el ánimo de leer, especialmente dramas o textos complejos? Finalmente la puntilla al hábito de leer la han puesto los medios actuales, televisiones, radios y prensa, que en descarnada competencia por acaparar usuarios de entretenimiento han contribuido a desmotivar al potencial lector ofreciendo material de fácil consumo y digestión que no precisan del uso de ninguna neurona....Ahí lo dejo

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